( By ella & él )
Si hay un plato invernal por excelencia en cualquier hogar hispano que se precie, ese es uno de lentejas. Calientes, contundentes y sabrosas, y como dirían nuestras madres, que «tienen mucho hierro».

Pero si de algo queremos tratar aquí es de una forma nueva de presentarlas. Y también de comerlas, ya que esta vez las vamos a convertir en una potente crema.
¡Y venga, manos a la obra!
En una olla alta ponemos agua, unas hojas de laurel,un chorrito de aceite de oliva y llevamos a ebullición, momento en que un cubito de «avecrem» nos da un puntito muy sabroso.

Posteriormente echamos las lentejas y dejamos que se vayan haciendo mientras nos ocupamos de otras cosillas.
Nos apasiona la cebolla y el ajo por lo que abusamos un poquito a la hora de cantidades, porque aquí cada uno tiene que personalizar así como en el tamaño del picado.

Y en esta ocasión añadimos también unos taquitos de jamón para hacerlas todavía más contundentes.

Rehogamos todo en una sartén con un poquito de aceite y cuando vaya cogiendo colorcito echamos pimentón dulce (suficiente para que coja color)
A nosotros nos encanta ese deje picante, y una cucharadita de pimentón le da su puntito.
Retiramos del calor y añadimos a la olla de lentejas dejando que se haga a fuego lento…………..
No puedo hablar de tiempos ya que «voy a ojo», y cuando veo que van asentándose y pruebo con una cuchara y la dejan «manchada», están!.

Las pasamos a un recipiente y con una batidora le damos una textura cremosa.
Y para darle un toque mas chic hacemos un picadillo con jamón, lo colocamos en el centro, y dibujamos a su alrededor un círculo con aceite de oliva virgen.

Pero para los más tradicionales se pueden reservar esas lentejas de siempre, que si quieres las tomas y si no…¡¡ las dejas !!
