Salmón Teriyaki.

Receta muy sencilla con resultado exquisito y muy vistoso. Ideal para un entrante de los de «quedar bien«.

Que ustedes lo disfruten. 😉


Bocado de salmón ahumado y manzana 

Hoy publicamos esta receta, en plan «instrucciones sencillas«. Un entrante muy sencillo, apetecible y que viste mucho. 😉

Sentados con La Mafia

(by él)

Petadísimo. Esa es la primera sensación nada más bajar las escaleras y asomarse a este peculiar restaurante de la Plaza de Galicia en La Coruña. La Mafia Se Sienta A La Mesa es un local ambientado en la famosa organización criminal siciliana que tanto se hizo ver en los EEUU a partir de la Ley Seca de los años ’20. Y sirva este primer párrafo para hacer la primera recomendación: Hay que reservar.

    
 

Nombres como Don Tomassino, Tom Hagen, Carlo Rizzi o la Famiglia Clericuccio adornan las paredes de este singular restaurante.

 
  

El primer punto a favor – y siempre conviene que sea así – ha sido la atención, correctísima hasta el final. Otro punto ha sido la rapidez en servir la comida, sorprendente incluso teniendo en cuenta la cantidad de gente que se encontraba en el local. Y además algo que agradezco mucho, y es que te avisen cuando estás pidiendo demasiada comida. Que te pregunten (muy educadamente) «¿Tienen mucha hambre?» cuando estás diciendo lo que tienes intención de meterte entre pecho y espalda te da una idea de que los platos van a ser generosos. Y sin temor a equivocarnos, así fue. Nos habían hablado muy bien de las pizzas de La Mafia, así que, de entrada, pedimos la di Foie e Funghi Porcini ( 12,40 € ) grande, exquisita y con una masa finísima, como las buenas pizzas. De segundo disfrutamos de unos Tagliatelle al Nero salteados con Gambones ( 13,95 € ), presentados en una ración más que contundente. Todo regado con un Lambrusco rosado, con el que tanto nos gusta a ella y a mí acompañar la pasta. Los platos, en general, riquísimos.

 

Pizza di Foie e Funghi Porcini

 
 

Tagliatelle al Nero

 

El gran tamaño del local le permite tener rincones con mesas más apartadas de la parte principal, ideales para disfrutar de un poco más de intimidad en caso necesario. Ese es otro punto a favor. 

  
 

Pero no todo va a ser hablar bien. Un pequeño inconveniente es que el restaurante, al encontrarse bajo el suelo, no tiene luz natural. Sin embargo, se suple con una estudiada combinación de luces directas e indirectas. Y por último, ha habido algo que me ha desconcentrado un poco, y ha sido la banda sonora de fondo ( que no es música ) protagonizada por decenas de niños que, como no, pululan por cualquier restaurante donde se sirva pasta. Así que, queridos lectores, si pensábais que íbais a comer italiano al mismo tiempo que Zucchero o Ramazzotti os adornaban el momento, pues no. Los pequeños, eso sí, disponen de un lugar para sus juegos dentro del local. A pesar de todo, que conste que este comentario es prácticamente anecdótico y que la primera impresión ha sido muy buena. Altamente raccomandato.

  

Dr. Livingstone, estoy seguro.

( by él )

En la Rúa Alta de Pontevedra, allá por el número 4, se encuentra uno de los locales de copas más pintorescos de la ciudad: Dr. Livingstone, ¿supongo?, o como lo conoce todo el que lo haya pisado, «El Livingstone».

Livingstone02

Nada más enfilar la entrada nos recibirá un pasillo al aire libre con mesas a nuestra izquierda, plantas y distintos elementos que nos adelantan la ambientación del local una vez dentro: El África británica del s. XIX.

Livingstone09               Livingstone08

Todo el local se encuentra plagado de fotos, cuadros, pieles, escudos, cascos, mapas y un sinfín de cosas más que nos sumergen directamente en los días en que el intrépido Henry Stanley pronunció la frase que da nombre al local tras encontrar al famoso médico, explorador y misionero que llevaba cinco años perdido tras descubrir la cabecera del río Congo y el lago Tanganica.

Livingstone04        Livingstone05

Pero si hay algo que a ella y a mí nos encanta cada vez que visitamos el local para tomar una copa, es que nos sentimos como en casa. Y no es una frase hecha, porque sentarse en una buena butaca o sillón, disfrutando del aire fresco de esa pequeña terraza en verano, o del calor de una manta en invierno es algo que, como mínimo, te invita a «quedarte un poco más» y pedir otra.

Livingstone03       Livingstone06

Copas y cócteles de excelente calidad y una buena atención aseguran la vuelta al local. Y ella y yo así lo hacemos, siempre que coincidimos en esta bella ciudad de Pontevedra y nos apetece pasar un buen rato en «nuestro sofá». En resumidas cuentas, y después de haber pisado muchos locales, éste se merecía este post y volver a visitarlo…supongo.

Livingstone07

Comiendo en Mantelería

(by él)

No vamos a ocultar que uno de nuestros locales favoritos en La Coruña es Mantelería, el cual descubrimos hace ya unos años y al que seguimos siendo fieles desde entonces.

20140802 calle
Mantelería se encuentra en la calle del mismo nombre, un pequeño callejón que une las populares calles San Andrés y La Estrella. El local es pequeño (se llena con apenas 25 personas, no reservan y si están las mesas altas llenas hay que adoptar la actitud de buitre leonado y cazar una nada más se levanten los que la ocupaban), tiene una decoración sencillísima y exquisita, una música que invita a quedarse, está excepcionalmente atendido y, si vamos a hablar de exquisiteces, no queda otra que mencionar su comida.

20140802 Mantelería 02

Lo primero que os llamará la atención serán los pinchos sobre la barra, presentados en buenas bandejas de cristal, grandes, contundentes y a menos de 2 € cada uno. Desde hamburguesitas hasta codillo, pasando por morcilla, salmón relleno sobre queso de cabra o cecina…impresionante. Y buenos vinos, que también cuenta lo suyo. Pero si hay algo que a nosotros nos encanta es, además de los pinchos, la comida.

En Mantelería tienen una carta pequeña, incluso creo que invariable a lo largo de los años, y un poco fuera de la vista ( bien hecho) ya que hay que levantar algo la cabeza para verla sobre las botellas de vino. Creo que a lo largo de estos años no hemos pedido nunca nada de lo que tuviésemos la más mínima queja. Revueltos, Carpaccios, Codillo, Ensaladas, Confit de pato… una calidad de la que se te saltan las lágrimas y que te deja con ganas de volver. Y volver de nuevo.

…Y si vais a pedir postre, os preparan un Coulant exquisito.

Después de la comida o cena, podéis tomar una copa. Eso sí, café no sirven. Para que os hagáis una idea, una comida para dos personas tomando unos pinchos al principio, un par de platos de la carta, un par de copas de vino por persona y un postre para compartir os puede salir sobre los 40 €. Calidad-precio más que rentable.

¡Que aproveche!