Salmón Teriyaki.

Receta muy sencilla con resultado exquisito y muy vistoso. Ideal para un entrante de los de «quedar bien«.

Que ustedes lo disfruten. 😉


Me llamo Skrei. Bacalao Skrei.

(by él)

Más al Norte que el Norte. Por esas latitudes se mueve el protagonista de este post, nunca mejor dicho, como pez en el agua. Y si algo me lleva a escribir sobre la curiosa vida de este tipo de bacalao es gracias – una vez más – a los chicos del Café Bar Victoria, en la ajetreada calle Olmos de La Coruña, que nos volvieron a sorprender con un impresionante bacalao skrei que casi hace que se nos salten las lágrimas cuando nuestro paladar pudo disfrutar de semejante lujo con forma de pez.

Y aquella persona que esté leyendo estas líneas, con toda la razón del mundo se estará preguntando el por qué de un nombre tan extraño para un bacalao. Fácil. Skrei significa nómada en noruego. Y es que nuestro protagonista realiza un largo viaje desde el mar de Barents, en Noruega, hasta las islas Lofoten para desovar, cuando tiene ya 6 ó 7 años de edad. Y es en estas islas donde se le captura en los meses más fríos del año, de Enero a Abril.

Piero Querini, que allá por 1432 se dirigía con sus tropas desde Italia hasta Flandes y se desvió un poquito del rumbo, recaló por aquellas tierras, en Rost, y dejó escrito en su diario de a bordo: «Y comimos durante cuatro días hasta estar llenos, sin parar» Se refería, por supuesto, al pescado.


Esta migración de cientos de kilómetros hace que nuestro amigo skrei acumule una buena cantidad de grasa, lo que hace que  tenga unas características muy especiales, como un sabor más intenso y una carne mucho más jugosa. Este largo viaje hace que aumente su musculatura, lo que le da a su carne blanca una textura más tersa y un brillo especial. Y algo que también se manifiesta claramente en su sabor es su alimentación a base de mariscos.


Los ejemplares de skrei capturados suelen tener más de 1 metro de largo, 15 kg de peso y unos 20 años de edad. Según muchos entendidos…este bacalao es un auténtico milagro. Damos fe 😉



Comida de soldados.

( by él )

Recientemente llegó a nuestras manos algo singular. Un par de raciones de combate del ejército de los EEUU o MRE (Meal Ready to Eat, o como dicen los sobrinos del Tío Sam, Meal Rejected by Everyone). Lo que está claro es que después de desmenuzar uno de estos sobres veremos que ese «Rejected» – lo que viene siendo rechazado –  está más relacionado con la frecuencia con la que los soldados norteamericanos comen este tipo de raciones que con su calidad. Más de 30 menús distintos con comida especial para vegetarianos o musulmanes son fruto de la impresionante maquinaria logística de este imponente país.

Y sin más dilación nos centraremos en el paquete de la izquierda, el menú nº 9, para descubrir todo lo que puede llevar dentro esta pequeña bolsa. Notad que fuera ya nos indica cuál es el plato fuerte: Estofado de ternera.

 

El menú nº 9 con todo su contenido



Y he aquí desplegado el contenido de esta bolsa. El sobre de la izquierda contiene el plato principal, el estofado. Con él podemos encontrar otro sobre con polvos para hacernos un batido de cacao y coco, otro con un mix de cacahuetes y nueces, nuggets de mostaza y ajo, gelatina de manzana, la omnipresente crema de cacahuete, una cuchara de plástico, otro sobre para hacernos una bebida de frambuesa, un sobre de tabasco, un pequeño paquete de papel higiénico, dos chicles, toallitas húmedas, un sobre con sal y el sobre más grande y claro que observamos a la derecha, lleno de carburo, que al añadirle unas gotas de agua genera calor, de tal manera que al ponerlo al lado del sobre del estofado lo calentará, sin humos, sin luces, sin fuego…muy táctico.

  

Pero si a estas alturas del post el lector o la lectora piensa que nuestros queridos norteamericanos nos ganan por la mano a los españoles en cuestión de raciones de campaña…pues no. Hay algo de lo que un soldado español disfruta y que un norteamericano no tiene. Y esto es una ración específica de desayuno.

 

Ración de desayuno del Ejército Español



Esta pequeña caja, de la que existen otras 4 versiones, contiene lo necesario para que un soldado espabile debidamente antes de que salga el sol. Un hornillo plegable, un sobre con papel de celulosa, un paquete de galletas, leche condensada, crema dental, cacao en polvo, sales de rehidratación, copos de cereales y frutas, una tableta de chocolate, desinfectante de manos, pastillas depuradoras de agua, dos pastillas de combustible sólido, chicle, un paquete de cerillas ( tan vintage…y tan útil ) y un cepillo de dientes.

Hornillo plegable y cepillo de dientes


Dicen que los soldados norteamericanos se dan tortas por las raciones de desayuno españolas. Y así debe ser...¡ A la orden !