(by ella)
Tenemos la suerte de contar con unos amigos que están hechos unos agricultores, nos han regalado de su huerta, tomates, pimientos y una fruta deliciosa. Es decir, todo un lujo.
No sabía que hacer con tanto tomate, así que me lié la manta a la cabeza y empecé a buscar recetas fáciles y caseras.
Resultado, un diez. Una vez que utilizas tu propia salsa para consumirla sola o elaborar platos, ya no hay marcha atrás.
Así que os dejo la receta que he utilizado, merece la pena ya que podéis congelarla o envasarla al vacío en caso de no utilizarla toda.
- 2 kg de tomastes maduros
- 2 zanahorias medianas
- 2 pimientos verdes
- 1 cebolla grande
- Ajo
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Azúcar
Elaboración:
Lavamos y secamos todos los ingredientes, personalmente las zanahorias yo las lavo con un estropajo que tengo destinado para ello para evitar quitarles su piel llena de nutrientes.
Troceamos los tomates, cebolla, ajos y pimientos, así como las zanahorias en rodajas muy finas y utilizamos una olla con diámetro suficiente.
Rehogamos todo hasta que la cebolla coja color marroncito y añadimos el tomate troceado. Ponemos a fuego lento durante una hora. No nos olvidemos de remover de vez en cuando.
Pasamos la salsa por el pasapurés o la trituramos bien con la batidora y volvemos a poner al fuego. Salamos y echamos una pizca de azúcar para quitarle la acidez. Dejamos un poquito mas y retiramos del fuego.
Rellenamos los botes, que tendremos perfectamente lavados, con la salsa de tomate y los dejamos destapados hasta que se enfríen totalmente.
*en caso de que vayáis a congelarla no llenéis del todo los botes y evitamos que el frasco reviente.
*no utilicéis especias si las vais a almacenar, así podéis utilizarlas para cualquier plato, ese será el momento de darle el toque de especias: orégano para pasta, eneldo para pescados, tomillo para carnes…… y donde os lleve la imaginación.
A que ha sido facilísimo!